21:28 | Author: Carlos Lauredo
Yo vivi en el mundo de los sueños,
donde los relojes se deshacian sobre los árboles,
los conejos volaban y los osos usaban tutú
y Dios estaba en cada recondito paraje que uno pudiera ver.

Escape por el portal de la realidad,
a un mundo de verdad,
donde el suelo es firme,
y el agua es salada.

Donde mis fantasías no se hacen realidad,
la gente es más estúpida cada día en vez de lo contrario,
donde se alegran de los más reconditamente inútil,
y el inteligente es denigrado por el ignorante.

Oh por Dios, ¿que he hecho yo para merecer esto?
era lo que gritaba al principio con vista al cielo,
ahora ya no gasto saliva,
se Dios no está aquí, ni vendrá.

Ahora se la verdad
que la oveja negra es blanca en la realidad,
y tus ojos vendados están,
por este mundo real.
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2 comentarios:

On 21 de noviembre de 2008, 17:32 , Rigelira Libelo dijo...

beh, te complicas demasiado.

La vida es mucho más simple... yo no sufro eso de que el ignorante le gana al inteligente, acá lo que pesa es la actitud y si vos tenés la actitud suficiente sobrepasas todos esos cuestionamientos y te convertís en una persona útil y vivís tu vida de la manera más normal (dentro de sus propios cabales de normalidad).

El mundo es un asco, quién no lo sabe, pero la cuestión es CÓMO VIVÍS EN ÉL, qué actitud tomas: la del tipo que se queja del mundo y que es tan débil para no poder superarlo o la del tipo que puede llevar una vida superior y ser más que los demás y que él mundo mismo.

La culpa no la tiene Dios, ni el diablo, ni la sociedad en sí.

Es algo completamente tuyo.

 
On 21 de noviembre de 2008, 20:23 , Memo dijo...

El cielo y el infierno se los crea uno.

Bien y mal, una dualidad necesaria para hacer de este mundo divertido.

Si todo fuera perfecto, esto sería brutalmente aburrido.

Pienso que uno es UNO, si te vas a fijar en los demás, siempre serás mejor que alguien y alguien será mejor que tú.

Tolerancia SIN degradarla a sometimiento.

Además, pienso, que poco o nada importa si el tonto le gana al inteligente; si no te prestas a esos juegos, les ganas a los dos y punto.

La competitividad dejásela a los profesionales, a los deportistas y eso.

Si de verdad quieres ganar algo, ser tú mismo es la respuesta.

No habrán contendientes.

Saludos